26 de enero de 2016

EL TESTAMENTO VITAL ENTRA EN LA ASAMBLEA DE LA MANO DE PODEMOS

Este jueves se vivió en la Asamblea de Madrid un acto de desagravio cuando se presentaba la Propuesta No de Ley sobre Muerte Digna. Desde la tribuna se saludó al Dr. Montes como a un activista por el el derecho a una muerte digna. Este doctor fue imputado injustamente por el Consejero Lamela, de triste recuerdo, y ahora acudía al Pleno de la cámara cuando por fin se iba a aprobar una iniciativa de PODEMOS por una Muerte Digna.

Como, desgraciadamente, ha pasado en numerosas ocasiones, la legislación va muy por detrás de las exigencias y necesidades de las personas. Porque es un hecho que la gran mayoría, más de un 80%, en la encuesta del CIS de 2009, se manifestaba a favor de evitar el dolor y el sufrimiento en el proceso final de la vida. Incluyendo un 60% de católicos.
Es una atrocidad que sigamos contemplando como mueren a diario en nuestros hospitales y domicilios personas sin los necesarios cuidados paliativos que alivien dolor y sufrimiento. Y sin el apoyo necesario a su entorno familiar. 
 
El marco legislativo actual es la Ley 41/2002, más conocida como Ley de Autonomía del paciente, establece que los derechos de los pacientes son el eje básico de las relaciones clínico-asistenciales, y deja atrás ese paternalismo tan extendido en las relaciones médico-paciente. Hoy día predominan unas relaciones más igualitarias entre profesionales sanitarios y la ciudadanía. 
 
Esta ley incluye la información, la intimidad, elegir entre opciones clínicas, rechazar un tratamiento y el derecho de todo paciente a expresar su voluntad por anticipado en el documento llamado de las Instrucciones Previas.
Igualmente, en el derecho comunitario e internacional se reconoce el derecho a una muerte digna y a recibir cuidados paliativos, y también la Carta Europea de Derechos Humanos recoge en su primer artículo que “La dignidad humana es inviolable y será respetada y protegida”.

En la CM, en el año 2005, se reguló el Testamento Vital creando un registo de Instrucciones Previas, definiendo los modelos de este documento y ante quiénes se podía presentar. Pero, a pesar de esta legislación, en la CM no está garantizada la dignidad a la hora de morir, porque no se cumplen los objetivos incluidos en la misma de forma satisfactoria.
Esto pasa por varios motivos: Primero, el desconocimiento tanto de los profesionales sanitarios como de la ciudadanía. Segundo, los obstáculos prácticos, pues sólo se puede registrar el Testamento Vital en una sola oficina del centro de Madrid. Tercero, porque no está incluido en la historia clínica del enfermo y los profesionales sanitarios que atienden al enfermo no lo pueden consultar de forma ágil.
Una prueba de que no se facilita el cumplimiento de la legislación es la bajísima cifra de Instrucciones Previas registradas. Si lo comparamos con otras CCAA, en Cataluña lo hacen un 7,7 por 1000 habitantes, mientras que en nuestra comunidad solo llega al 2,6 por mil.
Por esto denunciábamos que en Madrid se muere mal y que era urgente modificar todo el proceso.
La negociación entre los grupos parlamentarios de la cámara, necesaria para que la iniciativa de PODEMOS saliera aprobada, mostró el inmovilismo e hipocresía de los sectores más conservadores de la Asamblea al tratar el tema. Ya sabemos que la muerte despierta rechazo e irracionalidad, y se ve envuelta en toda suerte de tabús.
No obstante, una vez que PODEMOS retiró la exigencia de que el gobierno de la CM instase al gobierno de la nación a reformar el artículo 143.4 del Código Penal -tipifica como delito causar o cooperar activamente con actos necesarios y directos a la muerte de otro-, decidiendo avanzar para que la población al menos contase con mejores condiciones, pudiendo presentar el testamento vital en todos los centros de salud y hospitales. También para que se pudiesen crear más equipos de cuidados paliativos, incluidos los infantiles, y comenzase a funcionar un observatorio para el seguimiento del cómo se muere. El acuerdo fue posible, y la Propuesta No de Ley fué aprobada con el apoyo de todos los grupos parlamentarios.


Carmen San José Pérez
Portavoz Adjunta de Sanidad de PODEMOS

PROPUESTA NO DE LEY SOBRE MUERTE DIGNA

El Grupo Parlamentario Podemos de la Comunidad de Madrid, presenta la siguiente PROPOSICIÓN NO DE LEY para su debate y votación en la Asamblea de Madrid.



PROPUESTA NO DE LEY

  1. Instar al Gobierno de la CM a intensificar la difusión del derecho al ejercicio de las Instrucciones Previas, para que cambie el procedimiento actual y se pueda registrar en las Unidades Administrativas de los Centros de Salud y Servicios de Atención al Paciente de los Hospitales, incorporándolo automáticamente en la historia clínica del paciente.


  1. Instar al Gobierno de la CM a ampliar la formación continuada específica de los profesionales de la sanidad sobre el proceso del final de la vida, la enfermedad terminal y los cuidados paliativos.

  1. Instar al Gobierno de la CM para que dentro del Observatorio de Humanización de la Asistencia se supervise el cumplimiento de las medidas incluidas en la legislación nacional y autonómica, basado en criterios de calidad y factores de evaluación, cuyos trabajos arrojen datos que permitan conocer el grado de satisfacción de los ciudadanos, la efectividad real de los derechos y que exponga el resultado de sus trabajos ante el parlamento autonómico para el conocimiento de esta cámara.

  1. Instar al Gobierno de la CM a extender Unidades de Cuidados Paliativos en la infancia y adolescencia en los hospiales que atienden a un mayor volumen de pacientes pediátricos, para garantizar una atención de calidad científica, técnica y humana.

  1. Instar al aumento del número de Equipos de Soporte para Atención Domiciliaria (ESAD) para favorecer que las personas en el proceso final de su vida puedan continuar en su entorno habitual, contando con cuidados paliativos adecuados.

  1. Instar a evaluar el Plan Estratégico de Cuidadosj Paliativos 2010-2014 y a elaborar un nuevo plan que de respuesta a las necesidades actuales de la poblacion madrileña