3 de mayo de 2017

LA BATALLA POR EL HOSPITAL UNIVERSITARIO DE MÓSTOLES

La osadía de la Consejería de Sanidad vuelve a prender la llama que activó la Marea Blanca a finales del año 2012. La exitosa concentración del pasado día 28 en el Hospital Universitario de Móstoles y el anuncio de nuevas movilizaciones es lo que ha hecho retroceder al consejero Jesús Sánchez Martos. Sin embargo todo parece que se trata de un repliegue táctico, la política sanitaria del Partido Popular en la Comunidad de Madrid seguirá igual sino lo impedimos.

La noticia de que se pretendía reconvertir 130 camas de agudos en camas de media y larga estancia en el Hospital Universitario de Móstoles fue suficiente para que las y los profesionales junto a la ciudadanía de este municipio y alrededores se movilizasen para frenar los planes de la Consejería.

Precisamente este hospital había surgido hacía décadas de la lucha de una población que exigía un hospital general en su municipio que diera respuesta a sus necesidades sin tener que desplazarse a la capital, Madrid, así lo recuerdan todavía las personas mayores.

Por esto cuando se conocieron los planes del Consejero de Sanidad que habían difundido tanto él como diversos altos cargos de la Consejería en el Pleno y en la Comisión de Sanidad de la Asamblea, sobre la necesidad de reconvertir camas de agudos en camas de media estancia puso en “pie de guerra” a la población.

El plan de Sanidad se justificaba por las nuevas necesidad sanitarias debido al envejecimiento previsto de la población madrileña. Y, añadían, que se había evaluado y sobraban unas 4000 camas de agudos en los hospitales públicos madrileños.

De nada sirvió que la oposición, en concreto el Grupo Parlamentario Podemos Comunidad de Madrid denunciase en numerosas ocasiones que la Comunidad de Madrid estaba a la cola en camas por 1.000 habitantes. Según la “Estadística de Centros Sanitarios de Atención Especializada - Indicadores Hospitalarios. Evolución 2010-2014” del año 2016, la media de camas de agudos en funcionamiento en el Estado es de 2,66 por 1.000 habitantes, y la de la Comunidad de Madrid según la última Memoria 2015, cuenta con 12.577 camas en funcionamiento, por lo tanto tiene 1,82 camas por 1.000 habitantes, tomando la población de referencia de la misma Memoria.

Sin embargo si tenemos en cuenta las cifras que la propia Consejería da como promedio de camas ocupadas son exclusivamente 10.246, lo que daría una cifra todavía inferior de 1,55 camas por 1000 habitantes. Por lo tanto, no parece que se esté en condiciones de seguir recortando camas de agudos para convertirlas en media-larga estancia.

Claro que se necesitan tanto o más camas de media-larga estancia como de agudos. Pero hay que contar con estudios serios y transparentes, elaborados con la participación de profesionales y la ciudadanía, para poder planificar en base a las necesidades de la población madrileña, y esto es lo primero que debiera haber abordado la Consejería de Sanidad. Pero nada de esto han hecho los responsables sanitarios. Porque la Sra. Cifuentes y su gobierno siguen con la misma orientación sanitaria que los anteriores también del Partido Popular, sin ningún atisbo de planificación, recortes presupuestos para el sector públicos y ventajeas para el sector privado sanitario.

¿Cuál debería ser la estrategia de la Consejería de Sanidad? En primer lugar abordar ese estudio que la oposición ha exigido con numerosas iniciativas en la Asamblea. En segundo lugar acometer con decisión la falta de personal, se han perdido 7000 profesionales sanitarios de los que solo se han recuperado en los dos últimos años algo más de 1000 trabajadores/as. Y, la alta precariedad que se eleva al 36,4 por ciento, lo que hace que no puedan ponerse camas en funcionamiento en los hospitales por falta de personal, ni que los Equipos de Atención Primaria puedan funcionar al cien por cien.

Con esta situación de partida, donde la escasez de camas de agudos es la norma, se le ocurre a la Consejería la brillante idea de decir que dada la tendencia del envejecimiento de la población e incremento de la necesidad de cuidados hay que reconvertir camas de agudos en camas de media-larga estancia. En concreto el Hospital Universitario de Móstoles que contaba con 411 camas hasta el año 2013, 349 en el año 2014, y en 2015 funcionan de promedio 294 camas, según la última Memoria del SERMAS. ¡Y con esta cifra de camas de agudos se pretende disminuir en 130 para hacerlas de media estancia! Realmente lo que se pretende es hundir a este Hospital General, con una importante cartera de servicio, gran competencia científico técnica, con docencia e investigación, para que gane ventaja el que nunca se debió de construir al lado, que es privado y lo explota QuirónSalud-Fresenius.

Por supuesto que la Comunidad de Madrid necesita camas para cuidados de media y larga estancia ya que se cuenta con una cifra verdaderamente irrisoria, 574 camas en los hospitales públicos de Guadarrama, La Fuenfría y Virgen de la Poveda. Y es un hecho que hasta el 20% de los pacientes que ingresan en los hospitales de agudos podrían beneficiarse de la atención en hospitales de media y larga estancia, con un coste de hasta seis veces inferior. Además, el no contar con camas de estas características sigue propiciando los conciertos, como el que se firmó en Abril del pasado por 85 millones de euros para “cuidados continuados de pacientes entre 2016-2020” por un total de 448 camas.
La necesaria planificación orientaría en qué municipios debieran instalarse los hospitales de media-larga estancia, pero actualmente se cuenta con edificios, como el abandonado antiguo Hospital Puerta de Hierro, que una vez reformado podría servir para este cometido. O el propio Instituto de Provincial de Rehabilitación, u otros edificios infrautilizados como el Instituto Cardiológico, etc.

Por esto y a pesar del anuncio que ha hecho la Consejería que descarta aplicar la medida anunciada, pero aclara “que cualquier acción futura sobre este ámbito se supeditará al contenido de un Plan General de las necesidades de los centros hospitalarios del Servicio Madrileño de Salud, que se encuentra en fase de elaboración”. En este Plan se contemplan camas de media y larga estancia en los hospitales de La Paz, el Gregorio Marañón, el 12 de Octubre, el Hospital de Getafe, el Universitario de Móstoles y el Príncipe de Asturias.

¿No cuenta el SERMAS con 35 hospitales? ¿Por qué sólo se van a reconvertir camas en 6 de los hospitales públicos con mayor escasez de camas? ¿Es que son éstos los que atienden a una población más anciana? Veamos. Por ejemplo La Paz a quien este año se le ha rebajado el presupuesto en 22 millones de euros, efectivamente de su población de referencia hay un 18,21 % mayor de 65 años, pero cuanta con dos hospitales de apoyo con camas de media estancia como Cantoblanco y H. Carlos III. Y sin embargo sufre las derivaciones de todo lo que no resuelve el H. Infanta Sofia, ¿Por qué no se contempla la ampliación de este hospital que tiene toda una fase sin usar y se ponen a funcionar camas de media y larga estancia?.

El Hospital Rey Juan Carlos que en la misma población de Móstoles es referente para 174.131 habitantes, tiene una población mayor de 65 años del 17%, presenta capacidad de ampliación, ¿Por qué no es este el que aumenta su capacidad en camas de media y larga estancia y no el Hospital Universitario de Móstoles con una población mayor de 65 años del 13%?.

Todo esto demuestra con que rigor evalúa la situación y hace proyecciones, planifica y prioriza para la elaboración de los “planes” la Consejería de Sanidad de la CM.

La paralización de los planes del Consejero es una primera victoria para los y las profesionales y la ciudadanía, pero sólo es parcial, y las movilizaciones deberán continuar. Primero porque el comunicado que ha emitido sanidad suena a “retirada táctica”, ya que la excusa que se dice es verdaderamente rocambolesca y demuestra lo comentado, no ha existido planificación: “Viene fundamentada en las discrepancias entre los datos y argumentos expuestos por el equipo directivo del Hospital de Móstoles y los contemplados en el informe preliminar de gestión sobre el futuro de las camas de este centro”. En segundo lugar, porque hay que seguir exigiendo a la Consejería un estudio de necesidades de camas de agudos y de media-larga estancia para la Comunidad de Madrid, como paso previo y no reconvertir las escasas camas de agudos precisamente en los hospitales públicos sin ninguna evaluación previa.

En tercer lugar, porque dada la orientación de la política sanitaria del Partido Popular de la Sra. Cifuentes: los presupuestos van a seguir privilegiando a los hospitales privados en detrimento de los hospitales públicos. Luego es necesario exigir mayores fondos para el Hospital Universitario de Móstoles, acometer la mejora de las infraestructuras, dotarle de la ampliación necesaria, aumentar las plantillas y mayores recursos en equipamientos para ofrecer una atención de calidad, y pueda seguir siendo un centro docente e investigador de referencia.

https://www.madridiario.es/noticia/443913/la-batalla-por-el-hospital-universitario-de-mostoles.html