28 de septiembre de 2016
16 de septiembre de 2016
PROPUESTA NO DE LEY SOBRE LA ATENCIÓN PRIMARIA DE SALUD
EXPOSICIÓN
DE MOTIVOS
Desde
la Conferencia de Alma Ata, tanto la OMS como la mayoría de los
gobiernos comprendieron la necesidad de reorientar los servicios
sanitarios públicos hacia la Atención Primaria de Salud, para poder
garantizar la igualdad de oportunidades en el acceso a un servicio
esencial como es la atención sanitaria.
La
Atención Primaria (AP) debe ser el eje vertebrador de nuestro
servicio sanitario madrileño (SERMAS) y esto conlleva desde la
promoción y prevención, la coordinación con el nivel de atención
especializada y hospitalaria; la coordinación con servicios sociales
y comunitarios, así como la planificación, seguimiento y evaluación
de la actividad asistencial, la participación de profesionales y de
la población en la toma de decisiones, para lo cual se requiere de
unos niveles de financiación suficientes.
Una
potente y desarrollada AP debe orientar el resto de servicios del
SERMAS, tomando en consideración los determinantes sociales de salud
para priorizar objetivos y conseguir mejorar los niveles de salud de
la población madrileña, disminuyendo las desigualdades existentes.
Los
niveles de eficiencia, además de los de equidad, que alcanzan los
sistemas basados en la AP son elevados, como lo demostró un estudio
llevado a cabo por Bárbara
Starfield
(profesora de la Universidad John Hopkins) con los sistemas
sanitarios de los 12 países occidentales más industrializados,
constatando que aquellos que estaban más orientados a la AP
presentaban mejores niveles de salud (medidos a través de los 14
principales indicadores de salud) y menores costes.
En
la 51ª Asamblea Mundial de la Salud de la OMS celebrada en mayo de
1998, se acordó la “Política de Salud para Todos para el siglo
XXI” en la que se establece como permanente objetivo principal el
conseguir que todas las personas alcancen plenamente su potencial de
salud.
Para
su consecución se han formulado: Estrategias multisectoriales frente
a los determinantes de salud; programas dirigidos al desarrollo de la
salud y de la atención sanitaria; atención primaria orientada a la
comunidad y a la familia, con un carácter integrado, con la
asistencia de un sistema hospitalario flexible y, por último,
potenciar el desarrollo comunitario de carácter participativo, que
implique a los agentes relevantes en materia de salud, en el hogar,
centros educativos, en el trabajo, así como en el ámbito
comunitario y nacional, que promueva tanto la toma de decisiones como
la aplicación y la responsabilidad conjunta.
Las
necesidades actuales de los problemas de salud imperantes obligan a
reenfocar lo que hacemos. Se han dado importantes avances, pero no se
están abordando adecuadamente las necesidades de salud y sus
determinantes. Nos enfrentamos en este siglo XXI a retos y desafíos
en salud más complejos: el envejecimiento y la dependencia, la
epidemia de la salud mental, las enfermedades degenerativas, los
problemas osteomusculares y el dolor crónico, las enfermedades
vasculares y los cánceres, fuertemente relacionados con algunos
formas de vida, las drogodependencias, o el problema de salud pública
que representa la violencia de género. No son unicausales. Sus
causas, sus determinantes, no son en su mayor parte biológicas ni
biomédicas, sino que están estrechamente relacionadas con el tipo
de sociedad que estamos desarrollando: educación, niveles de renta,
vivienda, trabajo, desigualdades sociales, transporte, cambios
medioambientales, cambios en el apoyo social, roles y valores
socioculturales.
Para
afrontar estas necesidades en salud de este siglo, habría que
liberar la definición de salud de los límites del modelo biomédico
y virar el paradigma dominante centrado en la reparación de la
enfermedad al enfoque de inversión en salud, cambiando el centro del
sistema de la patogénesis a la salutogénesis, actuando sobre las
causas y no sólo sobre los efectos, y priorizar
las estrategias de promoción de la salud.
Sin
embargo, la ofensiva neoliberal con el impulso del Banco Mundial,
grandes multinacionales del aseguramiento, de la biotecnología y la
industria farmacéutica, y la propia Comisión Europea impulsaron la
reversión y/o paralización en el desarrollo de la AP de esta forma
se ha dado paso globalmente a la mercantilización de los sistemas
sanitarios.
El
Partido Popular ha seguido estas directrices más allá de insistir
de forma retórica en que “impulsa” la Atención Primaria. Y la
Comunidad de Madrid, donde lleva gobernando más de 20 años, es un
claro ejemplo de la implantación de unas políticas que han
propiciado el negocio en el sector sanitario, como lo atestigua el
incremento de las privatizaciones, las derivaciones a centros
privados, los conciertos o la construcción de hospitales con la
modalidad PFI y Concesión Administrativa. Mientras mantenía con un
claro déficit presupuestario a la AP.
Entre
los últimos decretos que destacan en el desmantelamiento de la AP
está el del Área Única que hizo desaparecer las 11 Áreas
Sanitarias de la CM. Y ha provocando la falta de una gestión
racional y coherente de este nivel, alejándola de la participación
de los profesionales y de la ciudadanía.
Luego
se aprobó el “PLAN DE MEDIDAS DE GARANTÍA DE LA SOSTENIBILIDAD
DEL SISTEMA SANITARIO PÚBLICO DE LA COMUNIDAD DE MADRID” que se
recogió en los Presupuesto de 2013, que pretendió avanzar en las
privatizaciones, aunque las movilizaciones de la Marea Blanca
consiguieron frenar, entre otras medidas, la de los 6 hospitales y la
de los 27 centros de salud.
Ese
Plan incluyó la eliminación de los órganos de participación
comunitaria y ciudadana en el SERMAS en clara violación de las
normativas legales del Estado y de la propia Loscam.
Y
con el RDL 16/2012 de 20 abril, de Medidas Urgentes para la
Sostenibilidad del Sistema Sanitario y Mejorar la Calidad y la
Seguridad de sus Prestaciones del gobierno del Estado, se excluyó en
la Comunidad de Madrid de la atención sanitaria a unas 60.000
personas, y se implantaron los copagos a colectivos como los
pensionistas, dificultando a las personas más enfermas y con menos
renta su acceso a los tratamientos.
Según
las Memorias del SERMAS en 2015 había en la Comunidad de Madrid
6.570.115 personas con derecho a la atención sanitaria. 265 centros
de salud y 163 consultorios. Con un total de 69.961 profesionales,
12.308 trabajan en Atención Primaria, de los que 9.867 son mujeres y
2.441 son varones (76,78% son mujeres). Esto da una idea de las
ratios de habitantes por profesional que tiene la AP en la CM, ratios
que son de los más altos de todas las CCAA.
Uno
de los graves problemas del SERMAS es precisamente la precariedad y
eventualidad de las y los profesionales. El porcentaje de personal
fijo representa el 65,68%, del total, frente al 19,98% de interinos y
el 13,96% de personal eventual. Porcentajes que se mantienen como si
la necesidad de estos profesionales no fuese estructural.
En
AP la precariedad y contratación de las y los profesionales a veces
por horas, por días, bordeando la legalidad, es tan habitual que ha
sido denunciado en numerosas ocasiones, dado que esta situación no
motiva a los profesionales, no se llega a conseguir formar verdaderos
equipos, ni consigue una buena calidad asistencial.
Los
Centros de salud Docentes no cuentan con el suficiente
dimensionamiento de las plantillas para poder hacer compatible su
función docente con la práctica clínica.
Las
dificultades de la investigación en este nivel es algo que se
arrastra desde sus comienzos, esperemos que la Fundación para la
Investigación e Innovación Biomédica en Atención Primaria acabe
con este atraso. Por otra parte la formación continuada de los
profesionales sigue en manos mayoritariamente de la industria
farmacéutica.
El
gasto sanitario público total del año 2015 es unos 500 millones de
euros más que el presupuesto inicial que era de 7.170 millones de €.
Para el año 2016 han presupuestado para Atención Primaria 1.854
Millones de los cuales hay que restar lo dedicado a recetas que suma
1.079 millones, luego lo dedicado realmente a AP será de 775
millones de un total de 7.450 millones.
La
situación actual de las infraestructuras de AP en la CM es de un
deterioro considerable, con viejos edificios, construcciones
inadecuadas e insuficientes para atender en condiciones dignas a la
población.
Las
plantillas acusan una falta de profesionales importante, mucho más
en el personal de enfermería, tanto por los ratios que presentan,
como por el trabajo que están llamadas a desempeñar en la nueva
estrategia de atención a las personas con enfermedades crónicas.
También es acusada y desigual la falta de trabajadores sociales y de
fisioterapeutas. La falta de Médicos/as de Familia y Pediatras hace
que la lista de espera para la primera consulta supere los dos dias,
siendo una de las causas de quejas, y de que estos pacientes acudan a
los servicios de urgencias hospitalarias.
Por
todo ello el grupo parlamentario de PODEMOS presenta para su debate
ante el Pleno de la Asamblea, la siguiente
Propuesta
No de Ley
La
Asamblea de Madrid insta al Gobierno de la Comunidad de Madrid a
-
Recuperar la universalidad de la atención sanitaria como garantía del derecho a la protección de la salud.
-
Elaborar, en el periodo de 6 meses, un Plan de renovación y fortalecimiento de la Atención Primaria con una memoria económica, en el que participen tanto el sector profesional como la población, para su discusión y aprobación en la Asamblea de Madrid.
-
Reorientar el Sistema Sanitario Público hacia una Estrategia de Promoción de la salud y de Salud Comunitaria en donde la AP de salud recupere su papel de agente de salud del paciente y vertebrador del proceso asistencial, y sus características esenciales como la atención integral centrada en la persona y su entorno, la continuidad y longitudinalidad de la atención, y el papel protagonista de la población en todo el proceso.
-
Territorializar la CM en Áreas de Bienestar (o territoriales), donde puedan cooperar y coordinarse los servicios sanitarios (AP, Atención Especializada y Hospitalaria, Salud Mental, Salud Pública), Centros de Madrid Salud del Ayuntamiento y Servicios Sociales y comunitarios.
-
Establecer los órganos directivos y de participación profesional y de la ciudadanía tanto de las Áreas de Bienestar (Territoriales). Profesionalizar la función directiva, dotarles de contenido claro y reforzar su papel de apoyo a los centros de salud con capacidad de decisión.
-
Dotar a la AP de una financiación suficiente, hasta llegar a un 25% del total del presupuesto invertido en sanidad al acabar la legislatura.
-
Orientar la AP hacia los objetivos prioritarios de salud determinados por la realidad sociodemográfica y morbimortalidad de la CM.
-
Promover una estrategia de Salud Comunitaria elaborada conjuntamente con todos los agentes implicados tanto institucionales como sociedades científicas y organizaciones sociales que impulse la Promoción de la salud y la Participación Comunitaria en Salud
-
Dotar a la AP de una organización que permita una mayor eficiencia, a través de la autonomía de gestión de los centros dentro de los límites que aseguren la equidad en la atención, y de acuerdo a los objetivos establecidos por el SERMAS.
-
Los desafíos de la AP deben centrarse en prevenir el fracaso de la enfermedad y discapacidad, la variabilidad de la práctica clínica, superar la inequidad en grupos vulnerables y de alta necesidad.
-
Estudio de los profesionales necesarios para ajustar éstos a la actividad asistencial real, ya que existen diferencias muy notables en la demanda entre los centros de salud de distintas zonas, así como poder desarrollar la actividad docente con los recursos necesarios.
-
Garantizar una estabilidad en el empleo y la cobertura del 100 % de todas las plazas consideradas estructurales. Que no exista contratación temporal, salvo en las sustituciones por ausencias, y que las vacantes, excedencias, comisiones de servicio o reserva de plazas deben cubrirse con contratos de interinidad. Todo ello con la finalidad de dotar de mayor estabilidad en el empleo en condiciones de igualdad y asegurar la continuidad asistencial, tanto en la organización de los Equipos de AP como en la atención a la población.
-
Ofertas Públicas de Empleo periódicas para acabar con la precariedad y responder a los retos de las personas con enfermedades crónicas y al envejecimiento de la población.
-
Plan de mejora de los centros existentes y construcción de los centros de salud y consultorios pendientes en esta legislatura.
-
Reinstaurar los Consejos de Participación de la ciudadanía a nivel de las Áreas de Bienestar y a nivel Zona Básica con carácter vinculante.
-
Negociación de los Contratos Programas en las diferentes Áreas para adaptarlos a las características demográficas y socioeconómicas.Desarrollar estructuras de formación continuada e investigación en AP en todas las áreas con presupuesto y personal, evitando tanto que la mayoría de la misma la financien la industria farmacéutica, como que la investigación en AP dependa de la que se desarrolla en los hospitales.Debido a la abstención del PSOE y C's y el voto en contra del PP fue rechazada.
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