Algunas
claves para entender la situación
1.-
En 113 días el establishment lo ha intentado todo. La gran coalición
que no gobierna aún pero que controla los resortes del poder, se ha
movilizado en diferentes sentidos: los círculos de empresarios
amenazan con desinversiones masivas si Podemos entra en el gobierno;
la Comisión Europea ya ha recordado que el Reino de España ha
sobrepasado el déficit en un 0,9% y que habrá que corregirlo; la
derecha apuesta fuerte por un gobierno de la gran coalición que
integre al PSOE; los grandes medios de comunicación llevan tres
meses intentando la implicación de todos los partidos en las
distintas variantes de gobierno. Todos los caminos conducen a una
misma dirección: recomponer la situación previa al 20 de diciembre,
desgastar a Podemos y acabar de una vez por todas con el “espíritu”
del 15M.
2.-
Pero no podemos olvidar que toda esta situación se originó en un
país con más de cinco millones de parados; una corrupción
sistémica, el hundimiento del sistema bancario y el mayor ciclo de
movilizaciones sociales que se haya conocido desde la Transición. Si
el establishment quiere pasar página va a necesitar una gran
cantidad de anestesia para millones de trabajadores olviden lo que ha
pasado. Por si fuera poco, Francia ahora nos recuerda lo que ocurrió
en este país hace cinco años.
3.-
Se nos quiere ocultar que el establisment tiene una agenda retenida.
Es la de volver a la política de grandes ajustes, austeridad y
recortes. La UE ya lo ha recordado: el Reino de España tendrá que
reducir el déficit, continuar la reforma laboral y privatizar nuevos
servicios públicos. Este es el programa -aún oculto- de las clases
dominantes. Este es el programa que no se atreven a anunciarnos los
partidos del régimen.
Por
eso, si fuera necesario, el gobierno de la gran coalición forma
parte de esta agenda.
4.-
De aquí se entiende que uno de los grandes objetivos del
establishment sea la destrucción de Podemos. La presencia de un
partido, ya no anti-sistema o revolucionario, sino meramente
reformista de corte keynesiano es un obstáculo objetivo hacia la
realización de los planes de la UE y las grandes empresas. La
ofensiva sobre Podemos es generalizada: desde los ultraconservadores
como Aznar, el aparato del PSOE; hasta los medios de comunicación en
donde se acusa de financiación ilegal por parte de Venezuela. No
faltan también los que, desde la seducción, intentan dividir a
Podemos susurrando al oído de Iñigo Errejón para que adopte una
actitud mucho más dialogante que Pablo Iglesias.
5.-
Todas las baterías apuntan en una misma dirección: sacar a Podemos
del campo de batalla. Ya saben como hacerlo, que se lo pregunten a
Syriza en Grecia. Ellos, van a intentar cortocircuitar la entrada de
Podemos en un gobierno. Y llegado el caso, no dudarán de amenazar
con futuros corralitos. Exigen la capitulación sin condiciones de
Pablo Iglesias de la misma forma que lo lograron en Grecia con
Tsipras. La guerra sucia no ha hecho más que comenzar.
6.-
La respuesta de los dirigentes de Podemos ha tenido dos partes:
negarse a formar parte del apaño de un gobierno de Sánchez-Rivera
retirándose de la mesa; y, convocar una consulta a todas las bases
los días 14, 15 y 16 de abril. Estamos de acuerdo. Sin embargo no
compartimos su estrategia de mantenerse exclusivamente en el plano de
la negociación. Durante 113 ni Pablo Iglesias ni Iñigo Errejón han
convocado a la gente a las calles, han permanecido inmersos en la
burbuja institucional adentrándose peligrosamente en un terreno
donde nos hace más débiles y vulnerables.
7.-
Por eso mismo la consulta es un paso adelante. Se trataría de la
primera movilización de las bases después de mucho tiempo. En ella
se pregunta si estamos de acuerdo con un gobierno de Sánchez-Rivera.
No hay duda. La única respuesta coherente es NO. El problema es la
segunda pregunta (¿Estás de acuerdo con la propuesta de Gobierno de
cambio que defiende Podemos, En Común y Marea?). Se trata de una
pregunta excesivamente interpretativa que podría haberse arreglado
agregando “…. (Un gobierno) que impida los próximos ajustes y
lleve a cabo un programa de medidas sociales…”
8.-
Pero a pesar de esta ambigüedad nuestra opinión es que hay que
votar SI. Y ello por varias razones: la primera porque respondiendo
masivamente estamos mostrando músculo frente a nuestros enemigos.
La segunda porque la propuesta de un gobierno de izquierdas (a la
“valenciana”) es una estrategia política correcta que enfrenta
tanto la formación de la gran coalición, como el pacto
Sánchez-Rivera. Sin embargo, también creemos que la propuesta de
gobierno “a la valenciana” debe ir ligada a un programa o un plan
de emergencia social y política, que contenga entre otros puntos los
siguientes: derogación de la reforma laboral, ley anti-desahucios,
fechas para la consulta en Catalunya, derogación ley Wert, anulación
de la reforma llevada a cabo por Zapatero sobre el artículo 135 de
la Constitución, lucha contra la corrupción o la evasión fiscal, y
plan urgente de ayuda a los refugiados, entre otras medidas.
9.-
Algunos pueden decir que el PSOE no estaría dispuesto a conformar
este gobierno. Es posible. Todo dependería de la correlación de
fuerzas. No solo en el Parlamento sino en las calles. Pero si así
fuera, que toda la responsabilidad recaiga sobre ellos, que los
millones de votantes de izquierdas vean que el aparato del PSOE
prefiere unirse a la nueva derecha (o incluso al PP), antes que
llegar a un acuerdo de gobierno con Podemos, Izquierda Unida, las
Mareas y otros. Así quedará más claro que Sánchez no quiere un
auténtico cambio sino un recambio con vuelta atrás.
10.-
La formación de un gobierno de izquierda es la llave para evitar que
la gran coalición u otra variante parecida, terminen cerrando el
ciclo social que se abrió hace cinco años con el 15M. Las
movilizaciones en Francia han vuelto a poner sobre la mesa, que todo
debate o propuesta política, si no va acompañado de la movilización
social terminará en un fracaso. Por eso mismo nosotros proponemos
que además de votar en la consulta NO al gobierno de Sánchez-Rivera,
y SI a un gobierno de izquierdas con un plan de emergencia social;
hagamos todo lo posible por retomar el hilo de la movilización
social como en Francia. Para ello ya tenemos una fecha en el
calendario: el quinto aniversario del 15M.
Carmen
San José
Jesús
Jaén
12
de abril de 2016