8 de junio de 2016

PNL SOBRE LA REINTEGRACIÓN DE LA LAVANDERIA CENTRAL HOSPITALARIA AL SERMAS

(Defensa de la PNL en la Comisión de sanidad)


La PNL que les presentamos se refiere a la externalización que se realizó en Diciembre de 2013 de la Lavanadería Hospitalaria Central.

Lo primero me quiero referir a algunos aspectos generales sobre la situación que la Lavandería tenía previa a su privatización:

La Lavandería Hospitalaría Central constaba de unas instalaciones modélicas, donde llegaba la ropa de la mayoría de los hospitales y centros sanitarios de la CM, en la que trabajaba una plantilla de 340 personas, más el personal que se contrataba para suplencias hacía que en el año 2013 hubiera, justo antes de la privatización, 373 personas, todas personal del SERMAS entre estatutarios fijos, interinos y algunos laborales que según las cargas de trabajo fluctuaba.

Pues bien la adjudicación a la UTE Flisa-Laundry se hizo por 47,5 millones de euros por cuatro años prorrogables a dos más. Es decir unos 11.8 € anuales. Cuando el gasto real de los tres años anteriores -según las Memorias del SERMAS- había sido en el 2011 de 14.9 millones, en el 2012 de 13,8 mill. Y en el 2013 de 12,3 mill.

Señorias del Partido Popular, adjudicar contratos por debajo del gasto real que ese servicio viene costando en los ejercicios anteriores solo puede conducir a un recorte de la plantilla, a la disminución de los salarios, o a un empeoramiento de la calidad del trabajo que se presta ...

Esto es lo que sucedió con la privatización, que de los más de 340 trabajadorxs se ha pasado a 215 actualmente, entre otras cosas porque no se reconoció la subrogación, cuestión que suele ser la norma en otras contratas de los servicios sanitarios.

Hay que añadir que prácticamente la mitad de estas trabajadoras son personas con diversidad funcional, que necesitan apoyos para desarrollar su trabajo, apoyos que no siempre cuentan con ellos, aunque con anterioridad era un centro que realizaba esta labor social y los tenían. Todo ello hace que la rotación de trabajadores actualmente sea muy elevada, hasta 600 contratos en los últimos meses se han realizado, porque si una persona con una determinada discapacidad no rinde se le despide...

Las trabajadoras que se quedaron contratadas por la adjudicataria perdieron su antigüedad (había personal con más de 25 años ) y demás derechos adquiridos, y pasaron a cobrar algo más de 600 € mensuales, porque la disminución de los salarios en general fue de un tercio, incluso en ocasiones del 46%. De cobrar una media de 1200 € a pasar a cobrar 645 euros al mes. Y pasaron de trabajar 1755 horas anuales a trabajar 1820h.

El mantenimiento de las instalaciones ha sido tan deficitario que desde el ambiente que respiran las y los trabajadores, hasta la seguridad en los puestos de trabajo se ha visto deteriorada y pone en riesgo la salud de la plantilla.

No existen los descansos que antes tenían, ni las posibilidades para cambiarse los uniformes y ducharse antes de abandonar la Lavandería, con el peligro que representa salir al exterior con una ropa contaminada.

La calidad del servicio ha disminuido de tal forma que Flisa no ha estado cumpliendo con las claúsulas de los Pliegos de la Adjudicación: No se han realizado las Auditorias Externas trimestrales, y en una a la que hemos tenido acceso por la prensa de Mayo a Julio de 2015, se refleja la pésima gestión de la empresa concesionaria, y el incumplimiento de los parámetros establecido en el contrato.

Los controles microbiológicos han sido motivo de numerosas denuncias al conocerse los resultados de los análisis bacteriólogicos, en los que había hasta 15 tipos de bacterias en toallas de manos, 12 en las sábanas blancas, 10 en los camisones de los enfermos o cinco en los paños de quirófano.

Y en la práctica diaria lo que está sucediendo es que más de un tercio de la ropa que reciben 19 hospitales públicos madrileños se considera “no utilizable”... Dando lugar a que haya que comprar ropa nueva... Por cierto a una empresa que tiene que ver con esta UTE!!!

Todo ello pone en entredicho la seguridad tanto para los trabajadores/as de la propia Lavandería como para los/as profesionales sanitarios/as que tienen que usar esa ropa, e igualmente para los pacientes de los hospitales donde llega la ropa en esas malas condiciones.

La empresa adjudicataria también es la responsable de los aspectos que suponen el impacto medioambiental de todo el proceso que se lleva en la Lavanderia. Solo hay que recordar las denuncias por la extensión de residuos como bolsas de plástico contaminadas por la Vega del Jarama.

Por otra parte los certificados de Calidad ISO con los que contaban las instalaciones de la Lavandería antes de su privatización se han perdido, es más se acaba de estar durante 6 meses sin certificado de calidad y gestión Ambiental, y el que se tiene actualmente solo evalúa la gestión.

Todo esto ha llevado a la La Plataforma por unos Servicios 100 x 100 Públicos ha registrar en la Asamblea 25.607 firmas que han recabado entre las/os sanitarios y pacientes reclamando la rescisión del contrato de lavandería.

Por todo ello mi grupo parlamentario PODEMOS pide al Gobierno de la Comunidad de Madrid en esta Propuesta No de Ley que se reintegre la Lavandería Hospitalaria Central al SERMAS.