16 de octubre de 2015

LA SANGRE QUE SE ENTREGA DE FORMA ALTRUISTA NO SE VENDE

Hemos elegido para el control al Gobierno de la Comunidad de Madrid en el Pleno de hoy (15 de Octubre ) una pregunta acerca del incumplimiento por parte de la Cruz Roja del Convenio que firmó con el Servicio Madrileño de Salud, mediante el cual se privatizaban las extracciones de sangre.

Esta recogida de sangre en las calles y centros de trabajo hasta entonces lo hacia el Centro de Transfusión dependiente de la Comunidad de Sanidad.

El citado Convenio cuesta a la Consejería de Sanidad unos 9,3 Millones de euros al año. Además el Centro de Transfusiones tuvo que transferir a la Cruz Roja todo el material que para esas recolectas necesitaba y era propiedad del CT: 6 autobuses, 1 minibus, 5 forgonetas, 3 turismos y todo el material fungible necesario para las extracciones.

Según los y las trabajadoras del CT cuando finalice este año se habrá perdido en fondos públicos aproximadamente 1 Millón de €.

A continuación la exposición de motivos que se entregó para realizar la citada pregunta :


Desde el año 2014 el Servicio Madrileño de Salud privatizó el servicio de extracciones de sangre firmando un Convenio con la Cruz Roja.

El servicio de extracciones de sangre que se realizaba en las unidades móviles hasta entonces lo gestionaba el Centro de Transfusión dependiente del SERMAS, a partir de la firma del citado Convenio es la Cruz Roja quien se encarga de las extracciones en la calle, con el transporte y material fungible que le proporciona el propio CT. El coste de este Convenio supone un desembolso de 9,3 Millones de €.

El Centro de Transfusión actualmente coordina todas las actividades relacionadas con la hemodonación en la Comunidad de Madrid: promoción y planificación de toda la donación de sangre y plasma, así como su recepción, procesamiento, análisis y distribución de los componentes sanguíneos a todos los hospitales de Madrid, 67 entre públicos y privados, cinco de ellos en la lista de los hospitales más grandes y complejos de la sanidad nacional.

El CTCM gestiona así en torno a 250.000 donaciones de sangre al año, que permiten distribuir 245.000 concentrados de hematíes, 45.000 unidades de plasma y 45.000 unidades de plaquetas. Es un centro estratégico para el mantenimiento de la actividad hospitalaria, ya que es requerida para una parte de las 200.000 cirugías de los hospitales públicos, en torno a un 2-3% de los partos que por complicaciones requieren transfusiones y los más de 3000 transplantes que se realizan. Además, se necesita para otras patologías como anemias crónicas o procesos oncológicos donde es frecuente tener que transfundir.
Su calidad científico técnica es una realidad acreditada durante años como lo demuestra su Laboratorio de Histocompatibilidad para el estudio y análisis de las muestras de sangre para poder establecer la compatibilidad entre donantes y pacientes. O el laboratorio de referencia de Técnicas Especiales al que todos los hospitales de Madrid y otras comunidades autónomas envían, para su estudio, las muestras de pacientes subsidiarios de transfusión que presentan problemas inmunohematológicos complejos. O la propia área de criopreservación donde se atienden aquellos pacientes que cuentan con fenotipos sanguíneos raros.
En el ámbito docente, el CTCM contribuye decisivamente a la formación de todos los Médicos Internos residentes (MIR) de Hematología y Hemoterapia de Madrid.
Todo esto parece ignorarlo el SERMAS cuando realizó el citado Convenio, que se puso en marcha el 1 de marzo del año pasado y que establece que la Cruz Roja recibirá 9,3 millones de euros con el objetivo de extraer 140.000 unidades de sangre al año, y 1.200 de unidades de aféresis, (67€ por bolsa). Además, se les cederá parte del equipo de las unidades móviles para las extracciones: 6 autobuses, 1 minibús, 5 furgonetas y 3 turismos.
Hasta la firma del Convenio, tanto Cruz Roja como el Centro de Transfusión de la Comunidad de Madrid extraían sangre en la calle y en sus propios centros. Luego, la procesaban, la almacenaban y la distribuían a los hospitales. En el caso del Centro de Transfusión iba sólo a centros públicos, mientras que en el caso de Cruz Roja iba a públicos y, sobre todo, a privados. Los centros privados le daban a cambio unos 10 millones de euros al año.

A partir del Convenio firmado con entre la Consejería de Sanidad y la Cruz Roja esta se encargará en exclusiva de la extracción de sangre en la calle con las unidades móviles, y el Centro de Transfusión asumirá el resto del proceso, además de las donaciones que ya gestionaba en sus propias instalaciones. Pasando de esta forma la Consejería de Sanidad a encargarse ahora de gestionar toda la sangre que se dona y, por tanto, tras pagar a Cruz Roja a razón de 67 € por bolsa, de cobrar por la entrega que se hace a los centros privados de las unidades que necesitan. De esto no se conocen facturas de que se hayan realizado estos cobros.

Hay que hacer constar que la sangre que recoge la Cruz Roja de las donaciones altruistas de madrileñas y madrileños se la cobra al CT a razón de 67€ por unidad.

A pesar de Convenio firmado en el año 2014 el Centro de Transfusiones no recibió las unidades pactadas sino un 13% menos (se pactaron 60.500 y llegaron 52.463 unidades). Y tampoco parece que se vayan a alcanzar en este año 2015, porque el ritmo de extracciones ha sido aún peor, en concreto un 17% menos. Y hasta el momento no se han entregado ninguna unidad de aféresis multicomponentes, según los datos recopilados por los trabajadores del centro.

La Cruz Roja no ha cumplido con el objetivo del número de las extracciones acordadas, cuando el abono de los servicios se realiza mensualmente “a cuenta” por importe del 95% de la doceava parte del importe anual previsto. Hasta agosto de este año, el total sube a 5,9 millones de euros (cuando han llegado bolsas por valor solo de 5,1 millones) aunque al acabar el ejercicio se ajuste el precio.

Los trabajadores y trabajadoras que antes prestaron sus servicios en el CT sufrieron la movilidad forzosa a diversos centros sanitarios de la CM, sin respetar en muchos casos su cualificación.

Por todos estos motivos el Grupo Parlamentario de PODEMOS pide rescindir el Convenio que el SERMAS suscribió con la Cruz Roja privatizando las donaciones de sangre ya que constituye un despilfarro por:
  • La incapacidad para cubrir las necesidades de sangre de los centros sanitarios públicos.
  • El incremento en el coste de la extracción de sangre.
  • El encarecimiento de las unidades de sangre.
  • No haberse realizado ninguna aféresis de las pactadas
  • No facturar a los centros privados